Sinopsis

Es el verano de 1986. El joven Nick es ahora un estudiante de Cambridge donde trabaja con un matemático de renombre mundial. Pero tras los sucesos que ha vivido los últimos meses, entre los que se incluyen un diagnóstico de cáncer, viajes en el tiempo y persecuciones de asesinos, lo que más desea es tener una vida normal.

Sin embargo, esto no va a ser posible. Cuando una misteriosa chica que le es extrañamente familiar se cruza en su camino, Nick descubrirá que han aparecido arrugas en el tejido temporal que amenazan con sumir el mundo en un futuro catastrófico, y aún más, que él es el centro de todo el problema.

Dos líneas temporales. Un mundo que pende de un hilo. Una decisión que puede cambiarlo todo.

 
El tiempo se acaba. Literalmente. Y solo él puede impedirlo.

Historia

Tras unos meses desde el lanzamiento del título original de esta saga, Una palabra mortal, Mark Lawrence y Red Key Books nos traen su secuela cargada de ciencia ficción, aventuras y nuevos personajes.

Ha pasado un tiempo en la vida de Nick y sus amigos. Ahora, tendrá que aprender a compaginar su nueva vida universitaria con sus amigos, las partidas de rol y con la fractura del propio tiempo. Muy pronto, comenzarán a sucederse ciertos eventos misteriosos relacionados con el propio tejido del tiempo que amenazarán la integridad de nuestra realidad tal y como la conocemos. Pero, nuevamente, Nick no estará solo. Aparecerán nuevos personajes (y viejos conocidos) que pondrán patas arriba el día a día de Nick y que esconden más de una sorpresa.

Pero no todo serán dramas multiversales. Crecer también implica aprender a desenvolverse en nuevos entornos, adaptarse a situaciones inesperadas y, como no, nuevos intereses amorosos. Todo ello aderezado con nuevos momentos roleros con la pandilla de amigos de nuestro protagonista y que volverán a convertirse en las mejores partes de esta secuela.

Personajes

Encontramos muchos de los viejos conocidos de esta historia pero, como toda secuela merece, se han introducido nuevos personajes que aportarán mayor variedad al conjunto.

Gran parte de estas nuevas incorporaciones serán introducidas desde las primeras páginas de la novela, aunque no todos con el mismo acierto. Aunque en su conjunto podríamos decir que existe un desarrollo de personajes más trabajado que en la entrega anterior, si es cierto que es un aspecto que no está equilibrado. El mayor punto negativo en este aspecto lo encontramos rápidamente en los personajes femeninos, que servirán casi en exclusiva para ser los intereses amorosos de Nick sin ningún tipo de trama, interés o conflicto relevante.

Dentro de estas incorporaciones nos encontraremos, evidentemente, a un nuevo antagonista que amenazará la vida de Nick y de todo su entorno. Su presentación, aunque tiene mucha fuerza e impacta durante toda su introducción, acaba por no ser suficiente. Su desarrollo termina desdibujándose y siendo un villano arquetípico con unas motivaciones demasiado rocambolescas incluso para una novela de este género.

Estilo narrativo

Un deseo limitado, al igual que su predecesor, es un libro que se caracteriza por la ligereza en su narrativa. El ritmo presenta también cierta mejoría, con un comienzo que nos pone directamente en medio de la acción logrando atraparte con rapidez. Al igual que ocurría con su anterior novela, el final es uno de los aspectos más negativos en esta nueva entrega. Llega rápido y sin tensión dramática, desembocando en una conclusión anticlimática que deja un regusto más bien amargo.

Los nuevos elementos de ciencia ficción resultan frescos, pero recuerdan a lo visto en otras obras de este género como puede ser el videojuego Quantum Break del estudio Remedy, con el que comparte gran parte de los elementos de su trama o ambientación. Estos elementos más propios de la tecnología o el misterio vuelven a venir acompañados por secciones en las que nos sumergiremos en nuevas partidas de rol con Nick y sus amigos. Curiosamente, vuelve a suceder lo mismo que en Una palabra mortal y estos ratos de desconexión volverán a eclipsar totalmente a la trama principal de la novela, lo que sugiere dudas sobre los verdaderos intereses del autor por contar una historia de fantasía y no una de ciencia ficción multiversal.

Edición

Vuelve a resultar sorprendente el buen trabajo detrás de esta edición de Redkey Books y, en particular, de la cuidada traducción y localización de David Tejera. Un deseo limitado brilla por una ausencia de erratas y el uso de expresiones totalmente creíbles en jóvenes de los 80s que hará las delicias de fans de este periodo, todo un hito del que podrían aprender otras editoriales.

Resumen

Un deseo limitado mantiene el nivel de su novela predecesora. Vuelve a ofrecernos una entrega entretenida y ligera pero que también comete los mismos errores. Aunque el grueso de personajes presenta más matices que en la novela original, los personajes femeninos son bastante planos y su función dentro de la historia es meramente anecdótica. Los ritmos narrativos están mejor manejados con un inicio ágil y un desarrollo dinámico, pero vuelve a empañarse justo en las últimas páginas de forma muy apresurada.

Lo mejor

Las partidas de rol conforman las mejores partes del libro. Logran atrapar la atención y divertir al lector. El trabajo de traducción y localización es impecable.

Lo peor

El desenlace apresurado vuelve a ser el mayor lastre de la novela. Un final que llega sin ningún impacto y que no logra una sensación satisfactoria al terminar la lectura. Por otro lado, los personajes femeninos necesitan más trabajo para acabar siendo creíbles y no solo un interés amoroso para el chico protagonista.

Puedes conseguir Un deseo limitado, de Mark Lawrence, a través de los siguientes enlaces:

FísicoCasa del Libro – Fnac – Agapea – Red Key Books