Sinopsis
Tras una experiencia traumática, y designado por sus superiores como «frágil», un demonio pasa sus días en un apacible convento distrayendo a los monjes de sus obligaciones religiosas.
Su tediosa existencia termina cuando le encargan una nueva misión en la lejana Antecira, donde un duque amenaza con dar al traste con el gran Plan que ha regido la humanidad hasta entonces. Pronto se verá metido de lleno en un enrevesado complot de consecuencias insospechadas. Sin embargo, lo más grave de todo ello es que tendrá que vérselas de nuevo con su peor enemigo y el causante de todos sus males, un exorcista sádico al que poseyó en el pasado.
«Estamos nosotros y están ellos… No los llaméis exorcistas. No les gusta y, en general, no son el tipo de persona al que os conviene enfadar».
Historia
K. J. Parker es ya perro viejo en esto de la escritura. No es la primera vez que hablamos de él en Blaster, pues hace poco nos hicimos eco del anterior trabajo suyo que nos llegaba a España, El demonio de Próspero. La cuestión es que nuestro buen amigo británico nos trae otra novela corta cortada por el mismo patrón filoso, y el resultado es la historia que tenemos entre manos: Infiltrado.
Mientras que en la primera ocasión nos poníamos en la piel de un exorcista con muy mala leche, un avieso desgraciado sin escrúpulos que no dudaba poner la vida de otros en peligro para librarse del mal, en esta ocasión regresamos al mismo universo pero poniéndonos en la piel de un demonio maltratado por el tiempo, un ser miserable que trata de echar los días adelante como buenamente puede procurando que nadie lo incordie más de lo debido, en especial después de haberse convertido en un «frágil», una condición que lo convierte en el equivalente a alguien con estrés postraumático.
Por supuesto, las cosas nunca son tan fáciles, y la eterna lucha entre el bien y el mal, entre los que son como él —y que buscan hacer las cosas a su manera— y los que son como nosotros —exorcistas, individuos cansados del abuso espiritual que buscan frustrar sus planes— nunca es sencilla para nadie.
Dicen que las comparativas las carga el diablo, pero hablamos del mismo autor y de dos novelettes del mismo estilo ambientadas en el mismo universo, con lo que voy a tomarme la licencia (sin mencionar que hablamos de eso mismo, de diablos y seres oscuros). La construcción de la historia es muy similar en ambos casos, los personajes tienen el mismo aire y la estructura es casi idéntica, lo cual no es síntoma de una mala historia, sino consecuencia de seguir explorando una fórmula que funcionó. Mi problema lo encuentro en que, si bien en El demonio de Próspero todo nos va guiando hacia un final de efecto sin que nos demos cuenta, en Infiltrado sucede lo mismo, con la diferencia de que me huelo casi desde el primer tercio qué se cuece. El factor sorpresa queda eliminado, y me parece un gran aliciente que muere desperdiciado en esta ocasión.
Personajes
Casi toda la atención recae en nuestro pequeño demoniejo, un peón más en una complejísima cadena de mando. Él busca estar tranquilo, hacer las cosas a su manera, que lo dejen en paz. Ha vivido mucho y ha pasado por demasiado, solo quiere que nadie lo moleste. Pero como en la vida misma, quien está por encima tiene la fea costumbre de utilizarte hasta para fregar el suelo, y conviviremos con sus desdichas, rememorando traumas uno tras otro en una divertida clave cómica, mientras lidia con un nuevo encargo que, a todas luces, le queda demasiado grande. Y todo ello en la peor compañía posible.
Antes de volverse frágil, nuestro narrador llegó a poseer a un exorcista de poder excepcional, un individuo que incluso de bebé lo machacaba hasta hacerlo papilla —metafóricamente hablando (guiño, guiño)— dada su extraordinaria capacidad para detectar posesiones. Le hizo la vida imposible antes, y ahora debía hacérsela de nuevo. Esta dupla provocará un explosivo cóctel que conseguirá sacarnos carcajadas en más de una ocasión.
Estilo narrativo
Como sucedía en El demonio de Próspero, la prosa de K. J. Parker es sarcástica, afilada, directa como un puñetazo a la quijada. No hay capítulos, sino divisiones de pocos párrafos que nos hacen saltar de una escena a otra con tanta rapidez que facilita una fluidez igual de endemoniada que sus personajes. Es imposible aburrirse, perder el hilo. Constantemente estamos leyendo sobre el mismo tema, profundizando más y más en él. No repite ideas, pero sí las aborda desde distintos ángulos, aportando diferentes puntos de vista, con lo que la sensación constante es de familiaridad pero sintiéndonos satisfechos con cada descubrimiento. En este sentido, K. J. Parker resulta del todo destacable.
Edición
El ejemplar que llegó a nuestras manos ha sido la versión en tapa blanda con solapas editado en España por Red Key Books. Cuenta con unas 124 páginas, sin divisiones de capítulos y sin ilustraciones. La maquetación corre a cargo de Claudia Andrade, el diseño de portada es de Andrés Sáez «Marlock» y el mérito de la tan conseguida traducción —que respeta las intenciones originales de la obra, así como sus sarcásticos juegos de palabras— es de M. Pilar San Román.
Resumen
Infiltrado es una continuación espiritual de El demonio de Próspero más que digna, que nos llevará por la misma senda, nos contará más del otro lado de la moneda que ya nos había presentado el autor y con la que nos reiremos en más de una ocasión, ya sea por sus sarcásticos golpes o de las desgracias de un ser con el que nos sentimos identificados pero del que sabemos que se lo merece (¡por qué será!).
Lo mejor
Utiliza la misma fórmula, y sigue funcionando. El libro es ágil, ameno y divertido, y en algunas ocasiones nos invita a una reflexión más cercana a la filosofía existencialista (sepamos o no de ella).
Lo peor
El final resulta desabrido y un poco precipitado. De 120 páginas que tiene la novela, 100 son parte de un enérgico monólogo que nos prepara para una conclusión que, si el autor esperaba que fuera apoteósica, resultó ser algo sosa.
Puedes conseguir Infiltrado, de K. J. Parker, a través de los siguientes enlaces:
Físico: Casa del Libro – Fnac – Agapea – Amazon – Red Key Books