Sinopsis

La mayor parte del mundo ha quedado sumergido bajo las aguas tras un apocalipsis climático. Sin embargo, la antigua reserva navaja de Dinétha ha renacido.

Ahora, los dioses y los héroes de las leyendas recorren la tierra, pero también los monstruos. Maggie Hoskie es una cazadora de monstruos de Dinétah, una asesina dotada de poderes sobrenaturales. Y ella es la última esperanza de un pequeño pueblo que necesita ayuda para encontrar a una niña desaparecida. Pero lo que Maggie descubre sobre el monstruo que hay tras la desaparición de la pequeña es mucho más aterrador que cualquier cosa que pudiera imaginar. A regañadientes, Maggi recibe la ayuda de Kai Arviso, un curandero poco convencional, y juntos viajarán por la reserva desentrañando pistas de antiguas leyendas, intercambiando favores con embaucadores y luchando contra la brujería oscura en un mundo fallido. A medida que Maggie descubre la verdad detrás de los asesinatos, tendrá que enfrentarse a su pasado si quiere sobrevivir.

Historia

Mi experiencia leyendo historias sobre la cultura y el pueblo navajo se puede contar en una vergonzosa cantidad con los dedos de una mano, y siendo honestos, me sobran bastantes dedos. Debo reconocer que no estoy muy metido en lo que a cultura Dinétah se refiere, por lo que estoy seguro de que algunos conceptos e ideas de este primer volumen de El Sexto Mundo, de Rebecca Roanhorse, se me han debido escapar. Y pese a todo, no siento que me falte nada. La historia que nos presenta la autora tiene un pulso formidable, un ritmo enérgico —acorde con su antiheroína protagonista— y un trasfondo en torno a la cultura anteriormente mencionada que, si bien en algunos momento da cosas por sabidas, no entorpecen en absoluto el entendimiento de la trama.

Los sucesos ocurren en unos Estados Unidos devastados, un paisaje postapocalíptico resultado de una catástrofe conocida como el Agua Grande. El pueblo navajo, de las pocas colonias supervivientes, ha conseguido dominar los poderes de sus clanes y se sirven de ellos para luchar contra criaturas horrendas, y en medio de todo, Maggie Hoskie tratará de drenar su ira acabando con todos ellos, o al menos es así hasta la llegada de Kai Arviso, un hombre al que algunos sabios le conceden el poderoso título de Curación Grande.

Personajes

Es innegable el poder que tienen nuestros protagonistas en el entorno en el que se mueven. Si fuéramos estrictos, la única protagonista sería Maggie (el libro está contado en primera persona, y es a través de sus ojos que vemos el mundo), pero sería injusto dejar atrás a Kai: su encanto natural y su facilidad de palabra hacen que, a menudo, sea él quien tome las riendas del relato, y en más de una ocasión Maggie confiesa que hasta a ella la deja sin habla. Por algo será.

Así, la dupla resulta dinámica, explosiva: ella, una cazadora de monstruos experimentada, violenta, acostumbrada a la sangre y a la muerte, entrenada para luchar y matar, devastada por el fuego de la venganza que la quema por dentro; él, un apuesto curandero que confía en su facilidad de palabra para solucionar todos los problemas del mundo que trata, de la manera que él considera correcta, de sacar a su nueva compañera de esa espiral de odio y dolor.

Estilo narrativo

El rastro del rayo está narrado en primera persona, todo visto desde los ojos de Maggie Hoskie, y la autora pone en sus labios un lenguaje coloquial a la hora de hablar (y que se adapta perfectamente a un personaje cuya educación se vio interrumpida por la calamidad y ahora solo se dedica a matar monstruos en un mundo devastado), ágil, cercano, que sirve para dotar al relato de una credibilidad excelente. Por supuesto ello no quita que la autora no haga alarde de su buena prosa cuando nos remite a descripciones, a incisos, a pensamientos. Resumiendo: en todos los sentidos, la novela está narrada con estilo, con una elegancia auténtica y diferente, distintiva me atrevería a decir.

Edición

La novela de Rebecca Roanhorse está originalmente narrada en inglés, por lo que la edición de la que hemos dispuesto para esta reseña nos llega de la mano de Red Key Books, y su traducción —excelente y no poco sencilla, dicho sea de paso— corresponde a Raúl García Campos. Encuadernado en tapa blanda con solapas, cuenta con 334 páginas en las que, como es habitual en esta reciente editorial, no he podido observar ni una sola errata, una muestra más del cariño y lo profesional que están siendo con los títulos que llegan tanto de dentro como de fuera de las fronteras españolas.

Resumen

El rastro del rayo es una novela original, muy alejada de los convencionalismos a los que estamos acostumbrados aquellos que nos dedicamos a disfrutar de la ciencia ficción y la fantasía, una historia atrevida no tanto por su trama, sino por el mundo en el que la autora ha decidido ambientarlo. Novelas distópicas en EEUU hay miles, pero en torno al universo navajo se me ocurren pocas, y ninguna con tan buena calidad.

Lo mejor

Su ambientación única y la química explosiva que envuelve a sus dos protagonistas.

Lo peor

El final, si bien no era predecible —no del todo al menos—, resultó un poco apresurado. Es donde más se siente la ausencia de conocimiento previo del pueblo navajo. La autora, en pos de un ritmo más ágil, sacrifica algo de información que me resulta esencial para no dejar escapar algunos detalles finales. Quizá se expliquen en la segunda parte de la saga, pero hasta que Storm of locust no llegue a las estanterías españolas, vamos a tener que quedarnos con la duda. Red Key Books, ¡contamos con ustedes!

Puedes conseguir El rastro del rayo, de Rebecca Roanhorse, a través de los siguientes enlaces:

Físico: – Casa del Libro – Fnac – AgapeaRed Key Books