Hola, Efrén. Sabemos que eres el director de Animetraje, un evento palmero. Pero, ¿qué es Animetraje? ¿Puedes contarnos un poco al respecto?

Animetraje es un evento dedicado exclusivamente al cine de animación japonés que se celebra en el Teatro Circo de Marte en Santa Cruz de La Palma, y que tiene la intención de, en cuatro días, sumergir al espectador en la cultura japonesa de la mano de los directores de cine animación más influyentes del país nipón. Como director del festival pienso que el evento es una oportunidad única para disfrutar en la gran pantalla de los mejores títulos de cine anime premiados en diferentes certámenes pero que por algún motivo pasan desapercibidos en las carteleras españolas. Además, en la selección de los largometrajes se incluyen clásicos que en su momento nunca llegaron a nuestro país.

¿Cómo nace Animetraje? ¿Qué carencias busca cumplir?

El festival tiene una larga historia que contar. Nació con el nombre de Festival de Cine Manga La Palma, allá por el año 2008, con el apoyo del Cabildo de La Palma. Yo era un crío en ese momento y aluciné cuando vi el cartel publicitario que habían colgado junto al cine, parecía algo de otro mundo. Si mal no recuerdo,  se realizaron hasta ocho proyecciones en los antiguos Multicines de Santa Cruz de La Palma y en los cines Millenium de los Llanos Aridane. La situación fue cómica y trágica al mismo tiempo. Tenía un examen de historia al día siguiente y me las ingenié para estudiar antes y escaparme para ver una de las películas. Con toda la ilusión del mundo por conocer a otras personas con mis mismas aficiones me dirigí al festival y me di cuenta de que estaba solo en la sala de cine hasta que comenzó la película. Fue una experiencia muy dura [risas]. Desgraciadamente creo que el público palmero no supo valorar el atrevimiento de celebrar un evento de esta índole en La Palma y el número de asistentes no fue lo suficientemente alto como para que se decidiera continuar el proyecto. En mi opinión fue un evento adelantado a su época que hubiera tenido un enorme éxito si se hubiera celebrado en una gran ciudad como Madrid o Barcelona.

No en vano, mi asistencia al evento despertó en mí una chispa que prendió un bosque. La película  que tuve la oportunidad de ver fue ‘Blood: The Last Vampire’, la primera película de cine anime que combinaba CGI (o computed generated images) con la animación digital completa. Al igual que yo, Quentin Tarantino se quedó también prendado de esta OVA y contrató al estudio de animación Production I.G. para animar las famosas secuencias que acompañan su saga de Kill Bill.

Después de esa experiencia y ocho años más tarde, motivado por mi pasión por el anime y la oportunidad que te brinda vivir en Madrid al poder asistir a esos grandes eventos como son la Japan Weekend o el Salón del Cómic de Madrid, decidí proponer a la Concejalía de Cultura de Santa Cruz de La Palma la recuperación del evento, celebrando así la segunda edición del Festival de Cine Manga La Palma en el Teatro Cine Chico. En el transcurso de las tres siguientes ediciones el evento cambió de nombre a Animetraje y se trasladó al Teatro Circo de Marte, un recinto que al tener mayor aforo permitió ofrecer al público un número más amplio de actividades en el itinerario del festival, que hasta ahora eran impensables de realizar por la falta de espacio en el Teatro Cine Chico. Ahí me di cuenta del porqué se llamaba chico [risas].

Efrén Fernández promocionando Animetraje

¿Qué actividades van de la mano de Animetraje, además de la proyección de películas de animación japonesa?

Al principio, la programación contaba solo con la proyección de cuatro películas de cine anime. Sin embargo ahora cada edición cuenta con un itinerario más amplio que año a año crece con exposiciones, un mayor número de stands, talleres, concursos y conferencias. Aún así, con el paso de los años no quiero que se pierda esa conexión tan cercana que se ha cultivado entre los asistentes y los invitados o artistas, algo que se suele quedar en segundo plano en los grandes eventos.

¿Ha tenido una buena acogida por parte de la población? ¿A la gente le ha resultado interesante?

Desde el inicio ha tenido una muy buena acogida por parte de su público. A mi parecer la gente agradece que aparezcan eventos fuera de lo común. Animetraje se ha convertido en uno de los cuatro eventos dedicados exclusivamente al cine de animación japonés en toda España y el único en Canarias. El anime es un pasatiempo que aún a día de hoy no ha terminado de hacerse hueco en la sociedad occidental. Con esto quiero decir que no es algo que suelas encontrarte normalmente en tu día a día fuera de internet y de tu círculo de amigos, tal vez: es algo extraordinario encontrar merchandising de tu serie favorita en alguna tienda normal y corriente. Por eso creo que los seguidores del anime, sobre todo los más novatos, cuando ven un evento de este tipo lo ven como algo excepcional y son conscientes de lo especial que es. Aún más tratándose de La Palma, y no se lo piensan dos veces para expresar toda su emoción y apoyo acudiendo al festival.

Uno de los secretos fue que el evento convirtió su principal defecto en su mayor virtud, porque en un principio se entendió como un salón del manga en La Palma, pero dada la peculiar situación geográfica de la isla, descarté esa idea y le di un giro de 180 grados creando un evento pequeño pero original y con mucha personalidad dedicado al cine anime. Creo que aporta algo distinto a la cultura otaku de Canarias, complementándose totalmente con eventos dedicados a los deportes electrónicos como la Tenerife Lan Party, o la Comic-Can de Gran Canaria que desarrollan un salón del manga más propiamente dicho, y mi debilidad personal también de Gran Canaria, el Kimchi, dedicado a la música surcoreana y a la cultura de su país.

En Canarias, concretamente en Tenerife, existe el Festival de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera. Sabemos que los organizadores, Ramón González Trujillo y Daniel Fumero, llevaron el año pasado una pequeña «embajada» del festival a La Palma. ¿Existe la posibilidad de que haya una colaboración entre ambos proyectos para poder disfrutar de Animetraje en otras islas?

En primer lugar y lo que es más importante no creo que la Tenerife Lan Party pueda afrontar la competencia de Animetraje [risas].

Bromas aparte,  no descartamos  en el futuro la posibilidad de que Animetraje viaje a otras islas o colabore con otros eventos, ¿por qué no? Pero por ahora seguiremos haciendo un esfuerzo para situar a La Palma en el mapa “anime” de España intentando convertir a Animetraje en el mejor festival de cine anime de nuestro país o incluso creando otros eventos en la isla, como es el caso de nuestra primera edición de El Castillete Ambulante que se celebró por primera vez este verano en el castillo de Santa Catalina de Santa Cruz de La Palma y estuvo enfocado a la cultura japonesa y surcoreana.

¿Por qué tú y no otro el que se ha animado a sacar para adelante un evento de la envergadura de Animetraje? ¿Cuál fue la chispa que encendió tus ganas?

Cualquiera sería capaz llevar a cabo la labor de organizar un evento. La única recomendación que puedo dar es la misma que dijo Yoda en la película El Retorno del Jedi: «Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes».

¿Cuál fue la chispa que encendió mis ganas por organizar Animetraje?

Siendo sincero el evento nació como un acto de rebeldía ante el panorama de eventos dedicados a la juventud en La Palma, que a mí parecer cojean en muchos sentidos. No voy a entrar en detalles [risas], pero sí tengo claro que los palmeros no podemos resignarnos y quedarnos con los brazos cruzados a que vengan de otras islas a resolvernos la papeleta de dinamizar culturalmente nuestra isla.

La otra razón que me llevó a organizar el evento fue el hecho de dar a conocer algo tan maravilloso como creo que es el cine anime. El cine de animación japonesa tiene la peculiaridad de ser visto de mil maneras. Cada película está repleta de metáforas, simbolismos y mensajes potentes que marcan de por vida al espectador. Es un cine que abarca todo tipo de temáticas y la animación te permite experimentar. Es evidente que existe una connotación negativa con respecto a la animación en el mundo occidental, y Animetraje quiere cambiar eso.

A comienzos de siglo, con la introducción de internet en los hogares, el anime llegó a ser más accesible en páginas webs con series fansub. Las cadenas de televisión empezaron a añadir en su parrilla más series anime y actualmente cada vez más películas están llegando a nuestras salas de cine. El culpable de este fenómeno es el efecto Your name, donde su éxito abrió el camino a otras obras menos mainstream que películas basadas en sagas, pero que en muchos casos atesoran una calidad superior. Todavía nos queda mucho camino por recorrer, pero el cambio es inevitable.

Aún así es evidente que el cine anime no puede competir con la industria de Hollywood, donde algunas películas invierten más del 50% del presupuesto en una campaña publicitaria. Al menos para mí, esta situación es inentendible y dista mucho de la percepción original del cine. La filosofía del cine anime va más allá de la rentabilidad de un estreno o las ganancias por vender licencias. Por ejemplo, Studio Ghibli, uno de los estudios de animación más destacados, siempre busca transgredir las modas y llevar sus ideas hasta el final; incluso arriesgándose a perderlo todo, como ha ocurrido en numerosas ocasiones a lo largo de su trayectoria, invirtiendo todo para sacar adelante películas de calidad y muy costosas sin saber si la taquilla cubriría los gastos o si un eventual fracaso daría al traste con todos los sueños e ilusiones de hacer su trabajo con absoluta libertad e independencia. Animetraje quiere mostrar este tipo de cine y dejar que la gente escoja si quiere o no seguir descubriéndolo, pero al menos que tengan la oportunidad de conocerlo una vez en la vida.

¿Tienes amigos, ayudantes o colaboradores que te alivian la carga de alzar al frente Animetraje o por el contrario tiras tú solo del carro?

La primera edición fue una auténtica locura. Bueno, en realidad son todas una locura [risas]. De la mejor manera posible compaginé mis estudios universitarios de ingeniería geológica con la organización del evento. La publicidad fue muy escasa y los recursos eran mínimos, y aún así salió bien. Sin embargo, después de unos años, la situación es completamente distinta y uno aprende algo nuevo cada día que puede aplicar al mundo de la organización de eventos. La regla más importante de todas es que los grandes proyectos son fruto del trabajo en equipo, y ahora mismo tengo la gran suerte de contar con un grupo personas que me rodean y que saben más que yo en sus respectivas especialidades. Puedo afirmar que Animetraje cuenta con un confiable equipo multidisciplinar de una veintena de palmeros y palmeras que colaboran en el evento y donde cada uno de ellos es una pieza indispensable.

Con objeto de coordinarnos mejor, en el futuro crearemos la Asociación Cultural para el Movimiento Anime y los Deportes Electrónicos (Acmade) con el objetivo de englobar a todas aquellas personas que quieran apoyar a Animetraje o que quieran proponer una idea o evento para que nosotros les asesoremos y les demos un empujón para que salga adelante. Como dije anteriormente, además de Animetraje la asociación también se propuso asumir el reto de organizar El Castillete Ambulante, un evento que dio cabida en La Palma por primera vez a la cultura surcoreana en un castillo del siglo XVII de nuestra capital, el castillo de Santa Catalina. Tenemos otros proyectos que queremos sacar adelante en los próximos años, donde cada uno de ellos desarrolle una idea distinta para evitar organizar eventos clónicos, por así decirlo.

¿Cuándo será la próxima edición de Animetraje?

La próxima edición de Animetraje se celebrará en el Teatro Circo de Marte durante los días 2, 3, 4 y 5 de enero de 2020. Esperamos que sea una edición especial porque se cumple nuestro quinto aniversario, que precisamente coincide con la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokyo.

¿Por qué esa fecha en concreto? ¿Qué la hace especial?

Navidad es una fecha muy importante para los palmeros porque muchos de nosotros residimos fuera de nuestra isla por distintos motivos como es el trabajo o los estudios universitarios, y es precisamente en esas fechas cuando vemos el momento oportuno para volver a nuestra isla y pasar estas celebraciones con nuestras familias. Aún así, desde el punto de vista de organización de un evento, la Navidad no es la fecha más ideal porque un número representativos de tiendas no pueden asistir al evento para atender sus propios locales por la alta demanda de compras navideñas. Los vuelos son más caros, es temporada alta y los hoteles están llenos, y otros muchos motivos que pueden hacernos pensar que una fecha veraniega podría ser más apropiada.

Cartel de Animetraje 2020

Gracias por dedicarnos un hueco de tu apretada agenda y por un proyecto tan maravilloso. ¡Esperamos mucho de Animetraje!