¿Pero qué ha pasado y por qué nadie ha dicho nada? ¡Que Matrix ha vuelto cuando nadie lo ha pedido!
Quería esperar para hacer una crítica sosegada a la nueva película de la saga de Matrix, pero la verdad es que ha sido tan insulsa que no se puede decir mucho al respecto. Ha pasado con mucha pena y sin ningún tipo de gloria.
Tan esperada como inesperada, pero ante todo innecesaria, volvemos al mundo de Matrix cual Episodio VII de Star Wars para que nos cuenten algo totalmente nuevo pero que huele a viejo y conocido, con un discurso feminista bastante simplista que, al menos, logra poner en mejor posición al personaje de Trinity.
Lana Wachowski en solitario nos trae una nueva entrega en la popular saga de Matrix, protagonizada por uno de los actores más simpáticos, carismáticos y con menos dotes interpretativas de todo Hollywood: Keanu Reeves con altas dosis de CGI, con una película que es una «continuación» sin sal, que nos deja ante un filme que decepciona pero entretiene. Una apuesta mediocre más que extiende la industria hacia lo innecesario. Otro sándwich mixto para el espectador.
Y es que, después de seguir los pasos de Terminator (aunque de forma menos efectiva, ya que al menos en esa saga hay dos películas buenas), y dejarnos una obra de arte y dos grandes cagadas monumentales del cine a la cual peor, esta nueva entrega nos cuenta una cosa: el show debe continuar. O al menos intentar darle un final más digno, si es que era posible debido a la absurda deriva a la que la trama central fue sometida. Aunque, si hay que ser totalmente sincero, en toda su carrera filmográfica solo tienen una muy buena película en mitad de un mar de mediocridad. Vamos, como si hablásemos de la carrera del mismísimo Kevin Smith, solo que al menos Clerks ha envejecido mejor como película transgeneracional en el tiempo.
Aprovechando esta nueva película para decir una verdad como una bofetada que nadie quiere oír: Las saga Matrix ha envejecido mal. No es tan buena como las recordabas. Ni siquiera la primera película, que es, y muy de lejos, la mejor. Aún así, sigue siendo una muy buena película pese a todo. Pero deja un sabor agridulce cuando te introduces en su revisionado. Hay cosas mal. Muy mal. Personajes construidos con la tridimensionalidad de un folio, diálogos sobrecargados de filosofía barata y otros extremadamente absurdos y vacíos, extrañas referencias que podrían ser denominadas como plagio… Cosillas.
Porque sí. Vamos a ir con todas. Y hablemos claro de dos cosas: Lo primero es que es innegable que estéticamente e incluso en algunas tramas, Aquí no hay quien viva está directamente referenciada por las tiras cómicas de 1 página de 13 Rue del Percebe de Ibañez. Y no pasa nada por aceptarlo… No pasa nada. Bueno, puede que a nivel legal sí y estén los abogados al acecho, pero lo dicho es un hecho.
Y la segunda cosa que hay que poner sobre la mesa es que Matrix es un descarado plagio no reconocido y descafeinado del comic Los Invisibles de Grant Morrison. Y no voy a gastar más palabras en esto mas que para decir lo siguiente: Leed el comic y sacad vuestras conclusiones.
Pese a ese pequeño desliz, eso no quita que las hermanas Wachowski lograsen con ello hacer algo único e inigualable en el cine: Llevar al gafapastismo a un nuevo estadio con un producto muy edgy y bastante vinculado a la horripilante estética de principios de los 2000. Y es que en esa época todo sabe al cuero de los culos sudados del Daredevil de Ben Affleck o la Catwoman de Halley Berry, luchando de forma muy extraña y patética en parques infantiles delante de niños expectantes, (lo cual resulta una extraña alegoría a la obra de Matrix en conjunto y a sus espectadores).
Dicho esto y volviendo a Resurrections, Lana Wachowski decide que agitar el avispero en estos momentos con un producto muy fácilmente distorsionable, en esta época de pandemia que nos ha tocado vivir, llena de negacionismo por doquier y comparativas poco desafortunadas entre Matrix y las vacunas, Matrix y la política, Matrix y la vida, Matrix y Matrix. Porque, parece que hay ganas de más cine refrito, ¡y desde luego que para Matrix es el mejor panorama posible! ¡Y ahora con el videojuego de The Matrix Awakens al acecho, que eso es lo que lo peta y le mola a la chavalada, ¿eh?!
¡Matrix, vuelve y no te vayas, por favor! ¡Tráenos más comida basura mediocre, bonita y barata, que se nos acaba la nostalgia de los 80 y necesitamos empezar la de los 90 y 2000!