En este último día del Festival Isla Calavera, la jornada empieza con fuerza, si es que acaso alguna no ha empezado así a lo largo de todo el festival. El día comenzó con la proyección del documental Los albores del Kaiju Eiga.
Tras este, se realizó una mesa redonda muy entretenida y divertida en la que se comentaron diversos aspectos del documental y donde el público pudo intervenir con preguntas y aportaciones sobre la proyección.
En este caso nos encontramos ante un documental de este año 2019, guionizado y dirigido por Jonathan Bellés que, en sus 45 minutos de duración nos tratará de poner en situación respecto al inicio de este género tan prolífero en la cultura nipona y que ha traspasado la barrera nacional. Hablamos del kaiju eiga. El término tiene una traducción denominada como “películas de monstruos gigantes”, y este origen viene dado por un gran personaje icónico de la cultura japonesa: Godzilla.
Se conoce que la cultura japonesa actual cambió sustancialmente mediante uno de los horrores más indescriptibles que una guerra pudiera dar. Hiroshima y Nagasaki han estado en nuestro mapa geográfico debido a las bombas atómicas que Estados Unidos lanzó contra Japón en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Este hecho marcó una influencia enorme en la sociedad nipona, haciendo que la cultura y el arte se reformulase radicalmente, llegando hasta el entretenimiento más masivo e internacional del país, como son el manga y el anime.
Esta misma amenaza nuclear tendría su importancia en el cine y sería la que determinaría el surgimiento también del kaiju eiga en 1954 con el mismísimo Godzilla.
Desde entonces y llegando hasta nuestros días, el mito no ha dejado de seguir y renovarse constantemente mediante la revisión de diversas generaciones que han sacado distintas y variopintas visiones de uno de los monstruos del cine más conocidos en toda su historia.
El documental trata de resaltar esa parte invisible para el grueso del público que es el origen y trasfondo de Godzilla con la bomba atómica, mostrando su evolución hasta el día de hoy. Un ejercicio de síntesis de más de 60 años bastante complicado pero muy bien ejecutado y justamente equilibrado.
Esto se nos relata mediante la visión de más de veinte personalidades expertas en Godzilla, incluyendo actores, cineastas y técnicos, que fueron los protagonistas ocultos tras la sombra del gigante, desde 1954 hasta hoy. Algunos de ellos son Akira Kubo, Akira Takarada, Ishii Yoshikazu, Kenpachiro Satsuma, Koichi Kawakita, Shinji Higuchi, Shusuke Kaneko, Yukiko Kobayashi, o incluso el mismísimo Haruo Nakajima, actor que hizo de Godzilla en su primera película y que repitió ese papel once veces más.
El documental a medida que van pasando los minutos se acaba volviendo una obra muy completa e imprescindible para ponernos en situación respecto al género y su origen, aunque llega a abarcar tanto que, en el fondo, no se puede entender la magnitud inmensurable de lo que vemos.
Es un proyecto en el que se nota el esfuerzo empleado, el laborioso trabajo y el gran amor que hay detrás, logrando transportar debidamente toda la información al espectador.